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Wednesday, January 6, 2010

HISTORIA DEL SENOR DE LOS MILAGROS DE BUGA


JESUS declaro un dia : Te alabo padre, Senor del cielo y de la tierra porque has mostrado a los sencillos, las cosas que escondiste a los sabios y entendidos. (Lucas 10,21)

Por eso el Senor se sirvio de una mujer sencilla y pobre, de una indiecita lavandera, para entregarnos por ella la imagen que en Buga veneramos.

Buga era una poblacion recien fundada a finales del sigle XVI. La mujer sencilla, iniciada ya en lo fundamental de la vida cristiana, ahorraba dinero y trabajaba, con el fin de encargar una imagen de Jesus Crucificado. Pero ella sabia muy bien que el projimo, sobre todo el mas necesitado, es imagen viva del Senor.

Sabia aquello del Evangelio: Todo lo que hicieron por uno de estos mis hermanos, por humilde que sean, por mi mismo lo hicieron. (Mateo 24, 40).

Ya tenia la indigena el precio de la imagen, setenta reales en monedas de la epoca. Ya podia ilusionarse con poseerla. Pero supo que un hombre estaba preso, victima de un infame usurero, a quien le debia presisamente la suma anotada, setenta reales. La mujer habia visto en el encarcelado la imagen viva de Cristo. Habia entendido aquello del Evangelio: Estube preso y se interesaron por mi. (Mateo 25,36).

Y nos enseno una gran leccion: El Cristianismo venera las imagenes, pero antes debe vivirse en el amor y entrega al hermano, sobre todo al mas necesitado. Lo dijo Jesus: Si se aman unos a otros, todo el mundo conocera que son dicipulos mios. (Juan 13, 25)

La indiecita estaba ya recignada a carecer de una imgan de Jesus Crucificado, objeto de sus iluciones. siguio lavando ropa el el rio Guadalajara, que entonces corria por donde actualmente es la Basilica del Senor de los Milagros y hoy por el extremo sur de la ciudad. Un dia entre las aguas del rio, la mujer observa un objeto curioso. Era un pequeno Crucifijo de madera. Emocionada la toma en sus brazos, despues de haber reconocido la imagen de Jesus en el pricionero, recoge como premio la imagen del senor que ella desesaba. La lleva a su choza, la guarda en una caja de madera y empieza a venerarla con su sencilla piedad de mujer del pueblo. Entre las aguas le vino la imagen del Senor. Por las aguas del bautismo se nos entrego a nosotros la imagen viva de Jesus. Y por eso somos hijos de Dios Nos lo ensena San Pablo: Por medio del bautismo fuimos enterrados junto con Cristo y estuvimos muertos, para ser resucitados y vivir una vida nueva. ( Romanos 6, 4) por esa vida nueva somos hijos de Dios iguales en dignidad y hechos hermanos unos de otros.
Una noche la indiecita oyo que la caja, dentro de la cual habia introducido el Crucifijo, crujia con extrano ruido. Se acerco y comprobo un raro suceso: la imagen estaba creciendo, se dilataba y por eso hacia estallar la caja en la que lo habia guardado. Los vecinos, enterados del hecho, reclamaron para la publica veneracion esa singular imagen. El Cristo crecia para todos, no unicamente para la afortunada lavandera...

La imagen crecio y hubo que sacarla de la urna en que la habia puesto la indiecita. Este Cristo de los Milagros nos esta invitando a crecer. El que cada dia haga esfuerzos para ser mejor esposo, mejor esposa, mejor hijo, persona mas entregada al servicio de los demas, esta creciendo ante Dios y ante los hombres. Este es el crecimiento personal. Hay que crecer tambien comunitariamente en cuanto nos esforzamos por tender la mano a los mas debiles, por ser mejores vecinos por ayudar a los que menos pueden, a los que menos saben, a los que mas sufren. Por que el Cristiano "crece" tambien para los demas y con los demas, asi como la imagen no crecio solo para la indiecita sino para un pueblo y para siglos venideros. Lo dice bellamente san Pablo: Dios preparo a los suyos para hacer su trabajo se servicio, para hacer crecer el cuerpo de Cristo...Asi seremos personas maduras, desarrolladas conforme a la estatura completa de Cristo. (Efesios 4,12-13)

Las gentes de los contornos de Buga empezaron a venerar la imagen. Se le atribuian muchas intervenciones milagrosas. Pero la piedad del pueblo fue indiscreta. Raspaban la imagen para llevarsen trocitos como reliquias. Y de esa forma afearon horriblemente el Crucifijo. Tanto que un visitador Ecleciastico ordeno quemar esa imgen tan deteriorada, tan desfigurada. La arrojaron a las llamas. Y no se quemo: antes empezo a sudar y la gente empapaba algodones en el sudor. De este hecho maravilloso quedan documentos juramentados que se han concervado cuidadosamente. La imagen fue sacada de la llamas, se arreglo porque estaba desfigurada. Y esa es la que hoy beneramos en el camarin de la Basilica de Buga. Y fue mas gloriosa porque derroto el impetu del fuego destructor, como Cristo fue mas glorioso porque vencio el poderio de la muerte.
Cuando los vecinos de Buga quisieron construir un templo en el lugar de las apariciones, tropezaron con la dificultad de que no podian levantarlo en el lecho del rio. Y cuentan que un dia cambio de cause desviandose hacia el lugar por donde hoy corren las aguas. Entonces se construyo la "Ermita", donde se venero el Senor de los milagros, hasta que, a comienzos del siglo XX, surgio la actual monumental Basilica.

Hacia la Basilica de Buga afluyen multitudes. Acuden de todos los rincones de Colombia y del Extranjero al Senor de los Milagros se le agradecen incontables beneficios.

Buga, Valle Colombia




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